Hoy, por fin, he recibido el primer pago de la beca Erasmus. Han pasado más de cuatro meses desde que pisé Skövde por primera vez pero hasta ahora no he visto ni un duro. Hace unos días recibí un correo electrónico del Vicerrectorado de Relaciones Internacionales de la Universidad de Málaga informando del estado y cantidad de los pagos. Este año la beca lineal ha sido incrementada hasta los 350€ al mes, en lugar de los 290€ que ofrecían hasta ahora, y este primer pago corresponde a dicha beca lineal para los primeros 4 mses y medio, es decir, un total de 1575€.

Y, por cierto, a la tardanza habitual del ingreso de la beca, se ha sumado la tardanza (también habitual) y/o ineptitud del servicio de Gerencia de la UMA que desde el 27 de noviembre tiene el pago en su poder y no han sido capaces de abonarlo hasta ahora. Un cero para ellos.

Por otra parte está la ayuda que la Junta de Andalucía prometió para todos los estudiantes Erasmus de universidades andaluzas a partir de este curso 2008-2009 y que se aprobó en BOJA en junio de este año. Ésta consiste en 350€ adicionales que hacen un total de 700 euros al mes. Pero del abono de esta ayuda aún nadie sabe nada, ni los alumnos ni el Vicerrectorado. Tarde o temprano suponemos que nuestro querido amigo Chaves nos dará ese dinero. De lo que no se acordará probablemente es de que prometió ofrecer estas ayudas antes de que el alumno comenzase su período de estudios en el extranjero…

Han sido unos días de muchos kilómetros. Cuatro días después de llegar de Copenhague y Malmö cogimos rumbo a Noruega, más concretamente a su capital: Oslo. En la expedición estuve acompañado de Manolo y de los siempre presentes Rubén y Eva (¿qué voy a hacer cuando os vayáis?).

Este viaje no era en primera clase como el de Copenhague. Ni siquiera fue todo el trayecto en tren.  En autobús llegamos hasta Kristinehamn donde por fin cogimos el tren con dirección a Oslo. Estábamos muy entusiasmados jugando a las cartas para amenizar las cerca de cuatro horas que duraba el viaje cuando de repente un tipo nos avisó de que teníamos que bajarnos. Se ve que lo habían avisado por megafonía pero nuestro nivel de sueco (ni siquiera el de Rubén, que es el único que puede defenderse) da para tanto. Recogimos las cosas corriendo porque ya apenas quedaba nadie en el tren y no sabíamos qué teníamos que hacer y nos pusimos en modo borrego.

Seguir leyendo…

Dejamos Copenhague por la mañana para volver a tierras suecas. Nuestra intención era coger un autobús hacia Malmö pero descubrimos que el tren era más barato y más rápido, además de más cómodo. No había nada que pensar.

El tiempo no acompañó en absoluto y la visita a la tercera ciudad de Suecia estuvo pasada por agua. Nos aventuramos a acercarnos al Turning Torso, el edificio más alto del país, obra de Calatrava. Está alejado del centro y nos rendimos un poco antes de llegar a él, cuando encontramos una buena vista para hacer la foto de rigor.

Contenido exclusivo para usuarios registrados.

Seguir leyendo…

Esta semana ha tocado viajecito. Encontramos unos billetes de tren muy baratos para ir a Copenhage y Rubén, Fran, Eva, Marisol y yo no pudimos dejar escapar la ocasión de visitar Dinamarca.

El viaje de ida hacía escala en Gotemburgo y duró algo más de 5 horas pero se nos pasó rápido. Y a pesar del precio tan económico que encontramos, fuimos en primera clase donde teníamos fruta, café, té y wifi gratis. Llegamos a la capital danesa cerca de las cinco de la tarde y, evidentemente, era de noche. Tras una buena caminata de una media hora conseguimos encontrar el albergue que teníamos reservado: Sleep in Heaven.

Seguir leyendo…