El tercer piso de Xenia es sinónimo de pocilga. He tenido la suerte de compartir planta con algunos cerdos. Ya hemos tenido algunos problemas con este asunto. Y, cuando ya parecía que no cabía más mierda en la cocina, al final de alguna manera nos organizábamos para dejar la cocina como los chorros del oro. Aunque limpia no dura ni una noche porque enseguida aparece alguno de los puercos a aportar su granito para no perder nuestra fama.

Después de dos meses, ya nos conocemos unos a otros. Y todos sospechamos quién es quién. Y da la casualidad de que todos los que nos preocupamos un poco por no comer en la mierda apuntamos hacia la misma persona como el principal sospechoso. Por mucho que esa persona diga que limpia o que hay otros que ensucian más. Cuando el río suena, agua lleva. Aunque está claro que no es una sola persona. Yo tengo tres candidatos…

De todo nos podemos encontrar cualquier día normal en la cocina del tercer piso: tomate por las paredes, fregaderos llenos de resto de comida que impiden el desagüe, platos y cacharros abarrotando el fregadero dejándolo inutilizable, suelo pegajoso, comida desparramada, platos sucios en un lavavajillas limpio, basura por los suelos cuando el cubo se llena…

Pero lo que más molesta es no encontrar ninguna olla ni sartén para poder cocinar. Y tener que limpiar la mierda de otro no es plato de buen gusto, y menos a la hora de comer. Eso es lo que le ha pasado hoy a Alex que ha tenido que quedarse sin comer al encontrarse esto

Como primer aviso, hemos llenado la cocina con post-it pidiendo que cada uno limpie los utensilios tras utilizarlos. Y, siguiendo con los post-it, hemos puesto uno en cada puerta para ver si alguno se da por aludido.

Are you the pig? Clean your shit.
¿Eres tú el cerdo? Limpia tu mierda.

Es lo que leerá cada uno de mis vecinos al entrar en su habitación. Alguno ya lo ha hecho y el fregadero está un poco más despejado, pero sigue siendo una pocilga. Tras hablarlo con algunos de la planta (Alex, Ananda y Anika) hemos puesto más carteles para hacer una reunión esta misma noche en la que debemos aclarar algunas normas para poder convivir cerdos y personas. O mejor aún, para hacer que los cerdos empiecen a parecerse a las personas. Sea de la forma que sea, esto no puede seguir así.