No quería dar por cerrado el blog sobre mi Erasmus sin hablar del dinero recibido de la beca. Hace ya casi siete meses desde que volví de Suecia pero hasta ahora no he tenido la posibilidad de contar cuánto y, sobre todo, cuándo he recibido los ingresos. Se debe, sencillamente, a que hasta hoy no he recibido el último pago.

Algo menos de un año hace que os conté que había recibido el primer pago, que correspondía a una parte de la beca lineal. Esos 1.575 euros era el primer dinero que recibía tras estar más de cuatro meses fuera. Dos meses después, en febrero, recibí un ingreso de 1.030€ que formaba parte de la ayuda de la Junta de Andalucía. Al mes siguiente, en marzo, me llegó el segundo pago de la beca lineal: otros 1.575€. Seguir leyendo…

Pues sí que se pasa rápido el tiempo. Ya estamos en febrero y justo hoy hace un mes desde que volví a Suecia y desde que escribí por última vez por aquí. Podría poner la excusa de que no he tenido tiempo pero, aunque sí que tiene algo de cierto, la verdadera razón es que no tenía ninguna gana de escribir. Ahora toca recuperar el tiempo perdido y contar -brevemente- las novedades que nos ha traído este nuevo cuatrimestre.

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Me ha tocado a mí. He puesto la lavadora esta mañana y hace un rato nos hemos encontrado el pasillo inundado de agua. Así que he sacado la ropa a medio lavar, chorreando, y la he metido en la secadora (¿qué hacía con ella si no?). Entre Nacho y yo hemos quitado toda el agua y ahora hemos dejado a Lars, el conserje, intentando arreglar la lavadora.

El tercer piso de Xenia es sinónimo de pocilga. He tenido la suerte de compartir planta con algunos cerdos. Ya hemos tenido algunos problemas con este asunto. Y, cuando ya parecía que no cabía más mierda en la cocina, al final de alguna manera nos organizábamos para dejar la cocina como los chorros del oro. Aunque limpia no dura ni una noche porque enseguida aparece alguno de los puercos a aportar su granito para no perder nuestra fama.

Después de dos meses, ya nos conocemos unos a otros. Y todos sospechamos quién es quién. Y da la casualidad de que todos los que nos preocupamos un poco por no comer en la mierda apuntamos hacia la misma persona como el principal sospechoso. Por mucho que esa persona diga que limpia o que hay otros que ensucian más. Cuando el río suena, agua lleva. Aunque está claro que no es una sola persona. Yo tengo tres candidatos…

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Creo que no os he contado nada acerca de la lavadora y secadora. De hecho, me parece que no os he hablado apenas de la residencia. Más vale tarde que nunca.

En cada piso tenemos un cuartito con una lavadora y una secadora. Las compartimos entre 15 personas así que es fácil encontrarte con que ya hay alguien usándolas. Y si no la están usando, también es muy común encontrarte ropa dentro porque parece que la gente no se preocupa por recogerla.

Pues esta mañana me he encontrado la lavadora libre así que, rápidamente, he ido a usarla. El display de la secadora marcaba 55 minutos para terminar y, dado que mi lavadora tardaría una hora y cuarto, podría usarla en cuanto acabase.

Iluso de mí. Acaba de terminar mi lavadora y veo que la secadora sigue marcando el mismo tiempo. ¡Estaba en pausa! Así que he tenido que echarla a andar y ahora me toca esperar un ratito, con mi ropa limpia dentro de la lavadora, arrugándose.