Skövde está situado entre los dos lagos más grandes de Suecia, el Vänern y el Vättern. Este fin de semana hemos visitado ambos.

El sábado partimos hacia el este, en dirección a Hjo, un pueblo pequeñito donde tuvimos nuestra primera toma de contacto con el Vättern.

A continuación nos dirgimos hacia el sur, en busca de Jönköping, siempre junto al lago. Hicimos una parada cerca de Bankeryd. Allí encontramos una pequeña playa muy bonita donde nos preparamos unos bocadillos y almorzamos muy tranquilitos. Seguir leyendo…

Hoy hemos alquilado dos coches entre Óscar, Rubén, Eva, Javi, Fran, Carlos, Manolo y yo. Tenemos un Sköda Fabia y un Toyota Auris hasta el lunes. Así que esta tarde hemos hecho nuestro primer viaje del fin de semana, a Örebro.

Örebro es la capital de la región de Örebro, que limita con Västra Götlands (la región de Skövde). Está a unos 150 km de Skövde, que han sido cerca de 2 horas de viaje. En realidad no hemos estado mucho tiempo allí porque teníamos el coche a partir de las 15.

Es una ciudad de verdad, no como lo que tenemos en Skövde, que más bien parece un pueblo pequeño. Nuestra visita se podría resumir en ver el centro de la ciudad, hacernos fotos en el castillo, buscar algún lugar para cenar, visitar el estadio y ver la “seta”, una torre de agua con una forma peculiar. Os dejo algunas fotos y me voy a la cama, que mañana toca un nuevo viaje a las 9 de la mañana. Seguir leyendo…

Ya he cumplido mi primer mes en Suecia. De hecho, mañana serán ya 5 las semanas que llevo fuera de Málaga. Como ya he contado, ha sido un tiempo muy intenso, en el que aburrirse ha sido imposible. Las primeras dos semanas fueron una fiesta detrás de otra que sirvieron para conocer a muchísima gente de todas partes. Con el comienzo del curso y la obligación de madrugar, se redujeron. Aunque no demasiado: de miércoles (e incluso algún martes) a sábado siempre hay algún grupo que sale.

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La última actividad programada en la semana de introducción era un viaje a Gotemburgo (Göteborg, en sueco). En realidad, esta excursión consistía únicamente en dos horas de una visita guiada por la ciudad, que nos costó 5 euros. Para el transporte cada uno se las tenía que apañar como pudiera.

La visita estaba prevista para las 2 de la tarde del pasado sábado. Pero casi todos pensamos que, ya que íbamos a hacer el viaje, lo mejor sería llegar a Gotemburgo tempranito para aprovechar el día al máximo. Así que decidimos coger el tren de las 8.32. La noche anterior hubo fiesta en Boulonger y al final a esa hora solamente nos presentamos Carlos, Eva y yo. Por 240 coronas (unos 25 euros) compramos el billete 24 horas que permite coger cualquier transporte público dentro de la región.

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