Ya he cumplido mi primer mes en Suecia. De hecho, mañana serán ya 5 las semanas que llevo fuera de Málaga. Como ya he contado, ha sido un tiempo muy intenso, en el que aburrirse ha sido imposible. Las primeras dos semanas fueron una fiesta detrás de otra que sirvieron para conocer a muchísima gente de todas partes. Con el comienzo del curso y la obligación de madrugar, se redujeron. Aunque no demasiado: de miércoles (e incluso algún martes) a sábado siempre hay algún grupo que sale.

Clases
Pero, obviamente, no todo son fiestas. Las clases aquí requieren mucho trabajo en casa. Aunque mi primera experiencia con mis asignaturas fue muy buena, enseguida descubrí que sólo era un espejismo. Ahora mismo tengo tres asignaturas: Perl, Web and database y English Basic. Pero parece que sean seis.

La primera de ellas, como ya comenté, es muy sencilla ya que está más orientada a biólogos que a informáticos (forma parte de un máster de bioinformática). Estudiamos las nociones básicas de programación que, a estas alturas de la vida, no tiene ninguna complicación. Así que a esta asignatura apenas le dedicamos tiempo más allá de las clases. Solamente haciendo las prácticas (3) podemos aprobarla ya que suponen 60 puntos de 120 y para superar la asignatura hacen falta 50.

En cambio, Web and Database Technology, es mucho más dura de lo que me imaginaba. Pertenece al máster de informática y el ritmo que seguimos en clase es bastante más alto. Tenemos que hacer una práctica gorda por grupos de dos personas en la que apliquemos todas las tecnologías estudiadas: XML, XPATH, XSLT, AJAX, SQL… Pero lo peor de todo es el examen final. Son 5 preguntas y sólo puedes fallar una. Pero las preguntas no son nada sencillas, todo muy teórico y abstracto.

Y por último, las clases de inglés. Esto sí que requiere dedicarle tiempo en casa. Se divide en tres partes: gramática, pronunciación y comprensión de textos. En gramática hay que hacer muchos ejercicios para cada clase, alguno de ellos demasiado largo (por ejemplo, imaginar y continuar una historia). Y para la comprensión de textos, tenemos que leer una historia (de entre 10 y 20 páginas) cada semana para hacer un resumen y un montón de ejercicios que se ponen en común por grupos en clase. Un agobio.

Dinero
Luego está el tema económico. Haciendo las cuentas de lo que llevo gastado en este tiempo me he llevado una desagradable sorpresa. No me podía imaginar que ya llevase 900 euros gastados. Sin contar el alojamiento. Y es normal, he tenido muchos gastos que no volveré a tener (al menos en un tiempo): bicicleta y accesorios, pequeños electrodomésticos, accesorios de limpieza, ropa, libros, bono de comida en la universidad…

Para colmo, ahora tenemos que pagar los tres meses siguientes de residencia, hasta diciembre. De forma que llevo sólo un mes aquí y ya he pagado 5 (agosto lo pagamos entero) más el depósito. Un total de dos mil euros más. Vamos, que hay que hacer una inversión de más de tres mil euros (contando el avión) para el primer mes. Y la beca no nos llegará hasta diciembre. ¡Qué bien está esto montado!

ViajesHay muchos viajes programados. Además del que ya hicimos a Göteborg, están organizados el Sea Battle a Tallín, Estonia, a principios de noviembre (y que no podré hacer porque me coincide con exámenes); viajes a Rusia (San Petersburgo y Moscú, pasando por Helsinki) en noviembre y diciembre; o a Kiruna, al norte de Suecia, cerca del Círculo Polar, en diciembre. Obviamente, hacerlos supone un buen desembolso económico y me lo estoy planteando, visto lo visto. Dicen que el de Kiruna es el que más vale la pena, aunque sale por unos 400 euros…

En cualquier caso, primero hay que conocer las ciudades cercanas a Skövde. Y para hacerlo nos hemos alquilado dos coches este fin de semana entre unos pocos españoles. ¡Ya os contaré qué tal nos va todo!