Aprovechando que hoy no tengo que trabajar por la festividad de San Isidro en Madrid, he ido a la Seguridad Social a sacarme la Tarjeta Sanitaria Europea. Como ya comenté en este otro post, cuando fui la otra vez a hacérmela me pedían la credencial Erasmus y la matrícula de la Universidad, además del DNI. Pues hoy ya voy con todos los documentos necesarios.

Una vez que llego al centro de la Seguridad Social que corresponde a mi código postal (que curiosamente no es el que está más cerca de mi domicilio) y lidio con una individua impaciente que estaba detrás de mí en la cola para pedir número, me siento a esperar a que pasen los 6 números que tenía delante del mío. ¡Qué suerte! ¡Qué pocos números! pensé inocentemente… No era lo que me esperaba, obviamente. Más ineficaces es difícil. ¡Una hora y siete minutos en atender a seis personas! Lo que hace unos 11 minutos por persona… Pero lo grave no es eso, lo grave es que la única persona que atendía a los números de la serie B (como el mío) de buenas a primeras se fue, a desayunar presumiblemente. Y tan tranquilamente nos deja media hora allí esperando como imbéciles.

Paciencia. Llega mi turno por fin y tardo minuto y medio en que me dé mi tarjeta, lo que tarda en escribir mi DNI en el ordenador e imprimir la tarjeta. Yo muy preparado con mis documentos que me habían pedido y… ¡no me hacen falta! ¡Qué poca vergüenza! El tiempo de los demás no importa nada…

Pero atención, la Tarjeta Sanitaria Europea caduca al año de sacarla. Así que los que se vayan el curso completo, que lo dejen para última hora porque si no se les caducará en el extranjero y tendrán que realizar otra larga e interesante visita a la Seguridad Social.